La radio y la televisión han asumido un papel importante para llegar a un gran número de personas analfabetas o que residen en zonas remotas del país. Todos los medios de comunicación están aparentemente libres de censura gubernamental. Sin embargo, la censura se ha impuesto en tiempos de crisis, y la intimidación y las amenazas de daños físicos han obstaculizado a menudo la libre expresión del pensamiento.
El Archivo Nacional cuenta con una rica colección de materiales sobre la América Central colonial y sobre las repúblicas centroamericanas, excepto Panamá. La Sociedad de Geografía e Historia es una de las sociedades científicas más antiguas y respetadas de Guatemala. Los visitantes se sienten atraídos no sólo por la variedad de museos, sino también por el Palacio de la Capitanía General, la Casa Popenoe (una mansión colonial restaurada) y numerosos conventos e iglesias. En los últimos años, varias universidades extranjeras han establecido programas en Antigua Guatemala, y muchos institutos de idiomas también se han instalado allí, lo que ha dado lugar a convenciones académicas, librerías, ferias de libros y una mayor actividad cultural. Desde 1978, el Centro de Investigaciones Mesoamericanas, con sede en Antigua Guatemala, patrocina investigaciones interdisciplinarias sobre Centroamérica.
La sociedad guatemalteca está marcada por pronunciados extremos en la conducción de la vida cotidiana. En Ciudad de Guatemala, las familias de la élite viven de forma muy parecida a los centros cosmopolitas de los países desarrollados, comunicándose por correo electrónico, teléfonos móviles y beepers. Por otro lado, a una hora en coche de la capital se encuentran pueblos indígenas cuyos modelos de vida cotidiana reflejan los de siglos pasados y cuyas comunidades siguen unidas por la vida del mercado. Contrastes tan marcados como éstos impregnan la cultura guatemalteca, ya sea en el idioma que se habla o en cuestiones relacionadas con el hogar, la cocina, el atuendo o los asuntos familiares.
La matrícula de unos dos tercios de los que pueden asistir a las escuelas primarias se reduce a menos de una quinta parte en las escuelas secundarias. La tasa de alfabetización de adultos (algo menos de tres cuartas partes) es una de las más bajas de Centroamérica. En las zonas rurales, incluso muchos de los que han asistido a la escuela primaria (normalmente sólo hasta el tercer grado) son analfabetos funcionales en la edad adulta. El empobrecimiento y la poca importancia que se da a la educación contribuyen a estos bajos niveles de alfabetización. Las universidades de Guatemala se concentran en la capital. La más grande es la Universidad Nacional de San Carlos, fundada en 1676. Otras universidades de Guatemala son la Del Valle (1966), la Francisco Marroquín (1971), la Galileo (2000), la Mariano Gálvez (1966) y la Rafael Landívar (1961).
Los asentamientos rurales tienden a irradiar alrededor de las cabeceras de los cientos de municipios en los que se divide el país. Las condiciones de vida en la gran mayoría de estos asentamientos contrastan fuertemente con las comodidades modernas de Ciudad de Guatemala. La mayoría de los hogares carecen de agua corriente e instalaciones sanitarias modernas. Las viviendas suelen ser de adobe, caña o tablones y estar cubiertas con paja, tejas, tablillas o metal corrugado. Las casas suelen tener suelos de tierra.
La insuficiencia de los servicios médicos y sanitarios guatemaltecos, sobre todo en las zonas rurales, se refleja en las altas tasas de enfermedades intestinales y de mortalidad infantil. El saneamiento inadecuado y la desnutrición son factores que contribuyen a ello. En las comunidades más grandes, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social mantiene hospitales que ofrecen atención gratuita, y también hay numerosos hospitales privados. En la década de 1980 se crearon centros de salud rurales con personal formado en medicina preventiva en cientos de localidades, en un esfuerzo por mejorar la salud de los habitantes de las zonas rurales. Aunque estos centros han mostrado una lenta pero continua mejora en la calidad de la atención, la mayoría de los habitantes de las zonas rurales siguen sin tener acceso a los servicios médicos, y aproximadamente la mitad de ellos tienen una alimentación inadecuada.
Guatemala cuenta con un ejército, una marina (incluidos los marines) y una fuerza aérea. Los ciudadanos varones de entre 18 y 50 años están sujetos a la conscripción, con una obligación de servicio militar que varía de 12 a 24 meses. Aunque constitucionalmente está al margen de la política, el ejército representa un elemento poderoso en las luchas políticas y a menudo ha controlado el gobierno.
Todos los ciudadanos mayores de 18 años están obligados a inscribirse en el censo electoral y a participar en las elecciones, aunque el voto obligatorio no se aplica y no hay sanciones en Guatemala. Se ofrecen amplias garantías para la organización y el funcionamiento de los partidos políticos, excepto para el Partido Comunista y cualquier otro que se considere dedicado al derrocamiento del proceso democrático. Sólo los partidos políticos autorizados pueden presentar candidatos a la presidencia, la vicepresidencia y el Congreso. Los candidatos a las alcaldías y otros cargos municipales no necesitan ser nominados por los partidos políticos. En general, los votantes guatemaltecos parecen seguir teniendo poca fe en el gobierno debido a su escaso historial de mejora de la seguridad y a su incapacidad para frenar la delincuencia violenta.
Guatemala está dividida en departamentos, cada uno de ellos dirigido por un gobernador nombrado por el presidente. A su vez, los departamentos se dividen en municipios, que son gobernados por consejos presididos por alcaldes, elegidos directamente por votación popular.
Guatemala es un país poco desarrollado que depende en gran medida de cultivos comerciales tradicionales como el café, el azúcar y el plátano como base de su economía de mercado. Al vigoroso crecimiento económico de los años sesenta y setenta siguió, como en la mayor parte de América Latina, un endeudamiento nacional y unas tasas de crecimiento económico bajas o negativas en los años ochenta. Aunque el retorno del control civil nominal a finales de los años 80 ayudó a mejorar la inversión extranjera, el turismo y la economía en general, las balanzas comerciales negativas y el endeudamiento exterior siguieron obstaculizando la economía. El gobierno ha intentado revitalizar la economía fomentando la diversificación y la expansión de las exportaciones no tradicionales, como las flores cortadas y los guisantes de nieve, y se han establecido zonas de libre comercio y plantas de montaje para fomentar la expansión y la descentralización de la fabricación. A principios del siglo XXI, más de la mitad de la ciudadanía vivía por debajo del umbral de la pobreza. Las remesas de los guatemaltecos que viven en el extranjero representan una fuente de ingresos externos mayor que las exportaciones y el turismo juntos.